La ciudad de Dalt Vila forma parte del patrimonio cultural de la Isla de Ibiza y patrimonio de la humanidad UNESCO. Una mezcla entre creaciones arquitectónicas con influencias de diferentes culturas y creaciones naturales que representan la biodiversidad del ecosistema.
Esta ciudadela ha sido uno de los puntos de turismo obligados en la ciudad de Ibiza. Un lugar cuyas influencias culturales han sido muy marcadas.
Ibiza Dalt Vila posee diversos vestigios arquitectónicos bastante peculiares. Desde su planta en forma de heptágono hasta la puerta principal que va directamente al mercado del pueblo. Además de tener otras pequeñas entradas ubicadas en lugares altos de la montaña. Con unos 70 metros cuadrados y con una ubicación estratégica junto a la costa, está hecha de materiales sólidos que han perdurado desde el siglo XVI.
Historia de Dalt Vila Ibiza
Con bases en la cultura griega, egipcia, árabe y romana, las zonas del mar mediterráneo han sido de gran interés comercial desde 2000 años antes de cristo. Hoy en día esto no sería la excepción. El turismo está en su catedral de Santa María de les Neus, en la cual todos y cada uno de los caminos de la ciudad conducen a la misma. Sin embargo, junto a la Catedral de Ibiza de Santa María de las Nieves, el Ayuntamiento de Ibiza tiene el mirador de Dalt Vila, desde el cual se puede ver toda la ciudad y hermosas vistas.
La ciudadela tiene su origen durante la edad media por parte de los fenicios, quienes son provenientes del mediterráneo y cuyas raíces han dado pie a lo que hoy es una parte de la isla de Ibiza. Actualmente cuenta con diversos sitios turísticos que ofrecen variedad de turismo. Por este motivo, los locales han querido aprovechar esta clase de temáticas renacentistas.
Sus colinas fueron aprovechadas durante la época del Rey Felipe II, el cual quiso proteger la villa creando paredes más altas junto a la misma para poder evitar el paso de los turcos. Sin embargo estos muros tardaron casi 40 años en ser construidos.
¿Quién construyó Dalt Vila?
El arquitecto italiano Giovanni Battista Calvi, tuvo que esperar durante mucho tiempo por la escasez de roca para las murallas, llegando a extraer piedra de los islotes Freus y Atlantis. Constituye un baluarte de los mejor conservados del mundo. Pasear por Dalt de Vila Ibiza puede convertirse en una aventura para muchos.
Qué ver en Dalt Vila
La Platja d’ Bossa es la principal de Dalt Vila a Ibiza, con aguas bajas y arena blanca, además de ofrecer un sol perfecto para aquellos amantes del bronceado. Con un ambiente colonial y medieval, el cual tiene restaurantes, hoteles y bares pequeños con gran variedad de ambientes. Además de esto, cuenta con diversos premios respectivos al ocio, cultura y servicios adaptados para familias y para los pequeños de la casa.
El museo está ubicado encima de una estructura rocosa parecida a una mina, con un piso de cristal que le da más sensación de novedad. Exposiciones magnificas que cambian cada cierto tiempo y con artistas de prestigio mundial. Además las instalaciones ofrecen una potencia arquitectónica bastante fuerte. El movimiento cultural que ha tenido durante los últimos años han crecido mucho más desde que se inauguró en a finales de los años 60.
El puerto de Eivissa es un punto de visita obligado para disfrutar de los paisajes de las playas. Muchos lugareños con botes ofrecen paseos en barca a los turistas durante unos minutos por un precio económico.
Consejos para ir a Dalt Vila
Entre los principales consejos que se deben tomar en cuenta cuando se va a la ciudadela están el asistir con ropa cómoda y calzado cómodo para evitar resbalones. Llevar suficiente agua y reservar con antelación para poder comer en uno de sus restaurantes sin hacer cola. Recomendamos El Mirador Dalt Vila Restaurante.
Las 5 puertas de acceso ayudan a introducirse en la fortaleza, aunque la más famosa (el Portal de Ses Taules) es la que da acceso hacia otro punto turístico, el mercado viejo. Este, ofrece diversos artículos como recuerdos y productos gastronómicos autóctonos de esa región.
La entrada hacia el primer mercadillo hippie de la isla se encuentra una bonita Plaza de la Vila, que integra diversos restaurantes. Estas entradas son lo suficientemente anchas para permitirle el acceso a los vehículos, aunque se puede caminar hasta allí desde los alrededores.
El alquiler de las bicicletas puede resultar una opción viable, sin embargo es importante elegir sitios de buena calidad y que se encuentren cada vez más cerca de la fortaleza. Aunque para aquellas personas que lo deseen, pueden gozar de esta actividad digna de aquellos mochileros aventureros.
Para buscar alojamiento en Dal Vila, el sitio más famoso es el Hotel Mirador de Dalt Vila, en donde los turistas pueden beneficiarse de exclusividad y tranquilidad. Es importante reservar con antelación, puesto que posee alta demanda durante cualquier temporada del año.
Como llegar a Dalt Vila
Puedes desplazarte a esta ciudadela usando la línea L45 en el Bus Dalt Vila.